¿Se puede viajar en avión después de un ictus?

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Algunos lo llaman "ictus" o "acv" (accidente cerebrovascular), puede ocurrir en cualquier momento y no distingue entre personas jóvenes y mayores. Durante un accidente cerebral, algunas partes del cerebro dejan de recibir suficiente sangre. En el peor de los casos, esto puede causar daños irreparables en las zonas afectadas del cerebro. Incluso después de los cuidados intensivos primarios, el tratamiento de un acv es crucial para evitar daños a largo a plazo o al menos minimizar los daños posteriores.

Un ictus puede ocurrir repentinamente y en las circunstancias y lugares menos planeados, incluso durante las vacaciones en un país remoto, sin posibilidad de recibir el tratamiento médico óptimo. Para ello, la evacuación médica o la repatriación se hacen imprescindibles. Pero, ¿se puede viajar en avión con esta condición? Es conveniente viajar en un avión comercial o una ambulancia aérea?

Síntomas de un ictus

Cualquier tipo de infarto cerebral es una enfermedad muy grave. Los síntomas pueden ser muy diferentes. No obstante, a menudo pueden observarse uno o más de estos síntomas:

• Parálisis de medio lado o hemiplejía o bien pérdida de fuerza en brazos y piernas
• Trastornos del habla o afasia
• Mareo
• Entumecimiento de un lado
• Trastornos visuales
• Trastornos de comprensión
• Trastornos de equilibrio
• Pérdida del conocimiento
• Fuertes dolores de cabeza

En caso de padecer estos síntomas, debe llamar inmediatamente a una ambulancia, incluso en el extranjero. Tenga siempre el número a mano para poder reaccionar rápidamente.

En un hospital extranjero se puede hacer el diagnóstico y se pueden garantizar los primeros auxilios. Pero, en el caso de estar lejos de casa, para evitar daños consecuentes y permitir una rehabilitación óptima, se recomienda una repatriación rápida o la evacuación a una clínica especializada.

Después de un ictus, ¿es seguro viajar en avión?

Muchos pacientes que han sufrido un derrame cerebral se preguntan cuándo podrán volver a viajar con seguridad en un vuelo regular. Para algunos, después de un derrame cerebral durante las vacaciones, tomar un vuelo comercial para volver a su país es una alternativa más económica a un vuelo de ambulancia aérea.

La mayoría se pregunta a partir de cuándo podrán volver a viajar. Dado que cada ictus transcurre de manera diferente según la persona y que también el éxito de la rehabilitación juega un papel importante, lamentamos no poder hacer ninguna afirmación general. En este caso, es recomendable pedir un asesoramiento detallado a los médicos que lo atienden.

Sin embargo, independientemente de este asesoramiento, debería tener en cuenta que durante el primer mes después del primer accidente cerebrovascular, el riesgo de sufrir un segundo accidente es de un 20 %. Una recaída de este tipo precisamente en un avión de línea retrasaría notoriamente el tratamiento rápido y necesario.

Pero también después de este plazo, los vuelos no siempre están exentos de problemas para los que sufrieron un ictus. A causa de una presión atmosférica más baja y otras circunstancias del hecho de volar, en el cuerpo se producen varios cambios que pueden causar graves problemas:

• Reducción de la absorción de oxígeno: Como en el avión el aire es más escaso que a nivel del suelo, el cuerpo absorbe menos oxígeno al respirar. Un aumento de la frecuencia respiratoria y de la presión arterial pueden contrarrestar esta menor absorción de oxígeno, pero precisamente la presión arterial elevada puede ser problemática para los pacientes convalecientes de un derrame cerebral y hacer que el riesgo de una recaída aumente.
• Mayor riesgo de trombosis: La combinación de una presión atmosférica reducida y la posición sentada durante mucho tiempo hace aumentar del riesgo de trombosis. Muchos pacientes de un accidente cerebrovascular sufren ya de condiciones de hipercoagulabilidad, es decir de un aumento de la coagulación de la sangre. Esto puede haber sido ya la causa del primer derrame y sigue aumentando el riesgo de trombosis. Las posibles consecuencias son: una trombosis venosa profunda o, en el peor de los casos, incluso otro derrame cerebral.
• El estrés del viaje y el posible miedo a volar: Hacer el check-in, entregar el equipaje y pasar por los controles de seguridad… Un vuelo regular es una empresa estresante especialmente en temporada alta. Esto puede provocar un aumento de la presión sanguínea y, por tanto, incrementar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Los viajeros para los que un vuelo supone una situación de miedo sufren un mayor estrés. Esto hace aumentar el riesgo aún más.

Por estos motivos, nadie debería tomarse a la ligera viajar en avión después de acv o accidente cerebrovascular. Pero si lo consulta con el médico que lo está tratando y toma algunas medidas de precaución en caso necesario, un vuelo es posible en muchos casos.

Viajar en ambulancia aérea luego de un ictus.

Si después de un accidente cerebrovascular usted aún necesita de cuidados médicos durante su viaje de vuelta a casa, existe la posibilidad de realizar un vuelo a nivel del mar en un avión ambulancia. En este tipo de vuelo, la presión atmosférica se adapta mediante medidas técnicas y el avión viaja a una altura de vuelo notablemente reducida para que esta se encuentre más cerca del nivel habitual del suelo. Además, la presión de la cabina es controlada manualmente para que sea inofensiva para el paciente. Asimismo, en una ambulancia aérea un equipo de médicos profesionales experimentados lo podrán monitorear y estabilizar en el caso de suceder alguna eventualidad. De este modo se minimizan los riesgos mencionados.

Además, como la facturación en uno de estos vuelos ambulancia por lo general se da a través de una terminal especial y menos frecuentada dentro de los aeropuertos, por lo que el estrés del viaje también es considerablemente menor.

Ictus en el extranjero: la repatriación

En muchas clínicas extranjeras, la calidad de la asistencia médica no es comparable a los estándares españoles. Pero especialmente en el caso de un derrame cerebral, es importante que la rehabilitación se lleve a cabo lo más rápido posible para minimizar los daños resultantes. Cuanto más rápido entrene el paciente sus capacidades lingüísticas y de movimiento, mayores serán las probabilidades de que lleve una vida casi normal después del ictus. ¿Pero cómo puede organizarse una repatriación sanitaria rápida después de un infarto cerebral, si un viaje de vuelta por propios medios no es posible?

Ejemplo práctico n.1: repatriación después de un ictus en un helicóptero sanitario:

Un turista conducía en coche de Barcelona a Burdeos y sufrió un ictus poco después de cruzar la frontera española. Primero lo llevaron con la ambulancia a una clínica francesa y allí recibió una primera asistencia. Sin embargo, los médicos que lo trataron aconsejaron seguir el tratamiento en una clínica española especializada. Como un viaje de vuelta en línea comercial ya no era posible, el hijo del paciente nos encargó el transporte sanitario. Nos encargamos inmediatamente de que un helicóptero ambulancia llevara al paciente de Francia a España. Allí pudo ser operado el mismo día, de manera que, por suerte, no le quedaron daños permanentes.

Ejemplo práctico n. 2: repatriación después de ictus en avión ambulancia

En otro caso, un turista sufrió un derrame cerebral en Marruecos. Fue llevado a un hospital y tratado y asistido allí unos días. Los médicos, sin embargo, aconsejaron que hiciera una rehabilitación posterior en un hospital español para minimizar los daños resultantes. En Central de Vuelos Ambulancia nos pusimos en contacto con los médicos que lo trataban y organizó una repatriación rápida en un día con un avión ambulancia. Gracias al personal médico y al moderno equipamiento a bordo, una intervención durante una emergencia durante el vuelo habría sido posible en cualquier momento.

Central de Vuelos Ambulancia tiene amplia experiencia en el traslado de este tipo de pacientes. Puedes encontrar otros casos exitosos de repatriación de pacientes con un ictus aquí:

Paciente con ictus desde Ibiza hasta Gran Bretaña

Paciente con ictus desde Mallorca hasta Alemania

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