Repatriación en ambulancia aérea con intubación por el Coronavirus

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Cuando una infección provocada por el coronavirus evoluciona desfavorablemente, a menudo hay que tratar al paciente con respiración artificial. Esto sucede porque los propios pulmones no son lo suficientemente eficaces para suministrar al cuerpo por sus propios medios con una cantidad suficiente de oxígeno. Para contrarrestarlo, se aplican preferentemente procedimientos no invasivos, en los que el paciente recibe oxígeno suplementario a través de una máscara respiratoria. Pero si esto no es necesario, el paciente debe ser intubado. Pero, ¿qué es exactamente una intubación y cómo repercute a la hora de realizar una repatriación debido a una infección por coronavirus?

¿Qué es una intubación?

La intubación consiste en introducir una sonda hueca, que se llama tubo, en la faringe y la tráquea del paciente. La sonda hueca es suficientemente estable como para mantener las vías respiratorias abiertas, y al mismo tiempo evita que las sustancias extrañas como por ejemplo la saliva llegue a los pulmones. Luego se puede conectar el extremo final del tubo a un ventilador pulmonar, que lleva oxígeno a los pulmones mediante una presión relativa.

El paciente es inducido en un coma artificial mientras está intubado. Por lo tanto, este no se da cuenta de la intubación. Los músculos respiratorios cesan de hacer su trabajo ya que el suministro de oxígeno ya está asegurado.

Las ventajas de una intubación:

Se pueden bombear mayores cantidades de oxígeno directamente a los pulmones y durante un periodo de tiempo más largo. Como el suministro de oxígeno del paciente ahora ya no depende de su fuerza respiratoria, una oxigenación constante está asegurada. Sin embargo, la intubación también tiene algunas desventajas: es un procedimiento invasivo y por eso puede suponer un cierto estrés para el cuerpo.

Vuelos de ambulancia aérea con intubación por coronavirus

Si un paciente con coronavirus debe ser trasladado en un avión ambulancia, una intubación no supone ningún impedimento. Las posibilidades médicas a bordo permiten el transporte y la respiración artificial continuada de los pacientes intubados, siempre y cuando estos estén en condiciones de volar.

Por el contrario, incluso algunos pacientes que no necesitan respiración asistida en el hospital local, tienen que ser intubados para el vuelo de ambulancia aérea. Explicaremos este procedimiento con más detalle a continuación.

¿Por qué deben ser intubados algunos pacientes para un vuelo de ambulancia?

Una infección producida por un virus como el coronavirus puede debilitar tanto los pulmones que la respiración artificial en tierra es necesaria incluso en condiciones normales. A eso hay que añadirle que el aire de un avión contiene menos oxígeno debido a la altura de vuelo. Como consecuencia, los pulmones debilitados necesitarían el suministro de aún más oxígeno, y esto no puede garantizarse con métodos no invasivos a partir de cierto punto.

Dado que una intubación es una intervención relativamente compleja, no debería realizarse durante el vuelo de ser posible, especialmente en el caso de los pacientes contagiosos con coronavirus. La posibilidad de hacerlo a bordo existe sin duda y, en caso de emergencia, también se puede intubar a un paciente durante el vuelo. Pero estas situaciones de emergencia deben evitarse a toda costa. Por lo tanto, no es una opción "esperar y ver" si los procedimientos no invasivos pueden ser suficientes durante el vuelo. Es conveniente asegurar el bienestar del paciente con una intubación.

¿Cuándo debe ser intubado un paciente para un vuelo ambulancia?

Por suerte, la intubación solo es necesaria en caso de una evolución muy grave de la infección por coronavirus. Por desgracia, no existe un valor único a partir del cual un médico pueda deducir esta necesidad con precisión. Al contrario, hay que tener en cuenta el estado general del paciente a la hora de tomar la decisión. Se puede decir, sin embargo, que los pacientes que necesitan ser intubados para un viaje de ambulancia aérea ya han recibido respiración asistida con mayores cantidades de oxígeno de antemano en el hospital.

¿Qué alternativas existen a la intubación?

Una intubación suele suscitar dudas y temores entre los familiares y con frecuencia es rechazada, sobre todo si se va a realizar para el transporte aeromédico y en ese momento no es necesaria estando en tierra. Pero sin una intubación, el paciente no está en condiciones de volar, lo que significa que no se puede realizar el vuelo de aero ambulancia. ¿Existen alternativas en estas situaciones? Desgraciadamente, todas las demás opciones van de la mano con importantes desventajas, por lo que rara vez se tienen en cuenta.

• Un traslado en ambulancia le ahorra al paciente el aire pobre en oxigeno del avión. Pero esto conlleva a otros problemas: Un viaje largo en ambulancia es para los pacientes considerablemente más estresante y agotador y por eso en muchos casos se descarta. Además, la ambulancia tiene que tener la capacidad de llevar suficiente oxígeno para la duración del viaje a pesar de que hay poco espacio en ella, inclusive una reserva para estar preparada para circunstancias imprevisibles como por ejemplo los atascos. Por lo tanto, la repatriación en este caso solo puede realizarse en trayectos muy cortos.
• Un helicóptero ambulancia no vuela tan alto como un avión, por lo que el aire a bordo contiene más oxígeno. En cambio, su alcance es considerablemente menor, de modo que el helicóptero tiene que hacer paradas para repostar más a menudo. Además, en un helicóptero tampoco hay mucho espacio para botellas de oxígeno complementarias, por lo que casi siempre hay que desaconsejar el uso de este medio de transporte para pacientes que sufren esta condición.
• Esperar tampoco es una opción precisamente: por supuesto, el paciente puede permanecer en primer lugar en el hospital que lo asiste y esperar a que su estado mejore lo suficiente como para poder llevar a cabo más adelante el vuelo ambulancia sin intubación. Sin embargo, la razón por una repatriación por enfermedad del coronavirus suele ser la insatisfacción con la situación médica en el hospital que atiende al paciente. Por lo tanto, parece difícil pensar que se producirá una mejora significativa en esta situación. Existe además un cierto riesgo de que la enfermedad por el coronavirus se agrave aún más y que el paciente acabe por no estar en condiciones para ser trasladado incluso con una intubación.

Conclusión:

La decisión a favor o en contra de la intubación corresponde siempre al paciente y a sus familiares. Las preocupaciones son totalmente comprensibles en este caso. Pero también hay que tener en cuenta que un médico serio solo aconsejará la intubación si predominan los beneficios. Desgraciadamente, puede que haya que sopesar el deseo de una repatriación por coronavirus con el deseo que se realice exclusivamente sin una respiración artificial no invasiva, porque en la mayoría de los casos no existe una alternativa realista diferente al transporte en avión ambulancia de pacientes con este tipo de condiciones.

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